lunes, 25 de marzo de 2024

Viaje al fondo del consumo

 

Viaje al fondo del consumo

Para iniciar el recorrido, debe uno tomar la Avenida de los Trabajadores, hasta llegar a la Avenida Ituzaingó. Allí, doblar a mano derecha, si es que se va con rumbo al denominado Camino de los Peregrinos, prolongación de la Avenida de los Trabajadores.

Ituzaingó es palabra guaraní; significa salto o cascada de agua. Le da nombre a esta arteria por la batalla desarrollada en actual territorio brasilero, 250 kilómetros al este de Paso de los Libres, que otorgó el triunfo a las tropas de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el 20 de febrero de 1827. Comandadas por el General Paz, Carlos María de Alvear y Federico de Brandsen, que perdió la vida en ese combate, pusieron en fuga a sus enemigos.

Quedó en el terreno un cofre de bronce, el cual contenía una partitura con una Marcha militar por si el Imperio Brasilero ganaba la contienda, compuesta por el Emperador Pedro I. Moraleja: no hay que festejar nunca por adelantado.

Esta marcha, instrumental, forma parte hoy de los atributos presidenciales, junto con el bastón de mando y la banda presidencial.

La Avenida Ituzaingó se corta abruptamente antes de ingresar a la ruta 226: una manera de prevenir accidentes, dado que los autos y camiones bajan el puente, en su mayoría, convertidos en bólidos ciegos. Un canal engordado por las últimas lluvias obliga a pegar un rodeo hasta otra calle con nombre de batalla: Junín; hay que pasar por debajo del citado puente, construido para sortear las vías del ex Ferrocarril Provincial y luego pasar frente al santuario del Gauchito Gil. Allí se retoma la Avenida Ituzaingó, prolongación Norte.

Antes de avanzar, quiero referirme a la ruta nacional 226: recibe su nombre porque de su mantenimiento se hace cargo (o debería), Vialidad Nacional. Sólo transita por territorio bonaerense, desde el kilómetro cero en la ciudad de Mar del Plata hasta el kilómetro 632, en cercanías de la ciudad de General Villegas, donde es cortada por la ruta nacional 188.

Según la historia, los primeros catorce números de las rutas (1 al 14), van de este a oeste, en sentido radial, como agujas o rayos, siendo la número 1 la Autopista Buenos Aires-La Plata y la número 14 la que corre paralela a las fronteras con Uruguay y Brasil. Para finalizar con la ruta, diré que los números para rutas nacionales les fueron otorgados a la provincia de Buenos Aires en 1935, por Vialidad Nacional, correspondiéndole desde el número 186 al 230.

Dicho esto, nos metemos en el barro de la Ituzaingó y a poco andar aparecen los primeros signos de actividad humana: bolsas, plásticos, maderas, cubiertas, escombros arrojados en descampados, cuando no son advertidos por otra mirada humana.

Los 3 kilómetros que separan la ruta 226 del Relleno Sanitario son un continuo descarte de materiales de diversa índole, que infestan el paisaje. Quizás para ahorrar combustible, por desidia, o por otras razones, la gente se descarta allí de sus ex pertenencias juzgadas como inservibles.

Otros, van con su camioneta o auto con acoplado, y lo llevan, como debe ser, hasta el Relleno Sanitario.

Hay vehículos que van con basura y otros que vuelven con una selección de esta misma basura. En este aciago otoño de 2024, las motitos de baja cilindrada o las bicicletas con carritos improvisados traen elementos para reciclar y/o vender.

Los mosquitos, el barro, la humedad reinan en el lugar. Algunas jaurías de perros que alguna vez quizás hayan sido mascotas, merodean por el lugar sin ser, aparentemente, peligrosas.

El Relleno Sanitario se ubica en la Avenida Ituzaingó al 8500, pensado como un dispositivo para erradicar los basurales a cielo abierto, hace más de dos décadas. Los basurales tuvieron diversas sedes en nuestra ciudad. La creación del Relleno constituye un avance en cuanto al tratamiento de los residuos, puesto que son enterrados y tratados de manera diferencial.

Hago un punto aquí y me detengo a reflexionar: si hubo héroes, que como el francés Brandsen, dejaron hasta su vida para que seamos un territorio nacional independiente y soberano… ¿Quiénes serán los héroes del futuro?

Hay otras armas para combatir hoy en día; y otros enemigos: la contaminación ambiental, el calentamiento global que produce enfermedades como el dengue, la amenaza siempre latente de una guerra nuclear, que cuelga como una espada de Damocles sobre la cabeza de la Humanidad toda.

¿Habrá alguien, una minoría o mayoría consciente que con las armas de la educación, la cultura, el saber y la razón, detenga esta barbarie programada, o estaremos condenados a degradarnos entre el barro y la ignorancia?

 

                                    Ceferino Daniel Lazcano

                                    23 al 25 de marzo de 2024

jueves, 21 de marzo de 2024

En el Día Mundial de la Poesía

 

Si un soneto escribir quisieras…

 

-¿Cómo puedo escribir hoy, mis sonetos?,

me preguntas, amiga, y te respondo:

-un tema tratar debe, en sus cuartetos,

como recta flecha, a tu madero hondo.

 

Metáfora vibrante, hechos concretos:

acariciar tu dulce alma, hasta el fondo…

se  agitan, sí, sentimientos inquietos,

es el tema el amor, puro y redondo.

 

Aire es: lleva más lejos el sentido,

la metáfora; conduce al destino.

Son tercetos, conclusión, dardo herido.

 

Finaliza el poema… - ¿Es desatino

delirar con tu amor, estremecido,

por esta tinta que hizo su camino?

 

 

De once sílabas, van catorce versos

rimados. Cuatro veces catorce son

mis años. ¿fueron vanos los esfuerzos

o valioso, de escribir, el tesón?

 

Fatigar la rima, sed de conversos

consonante vida, vuelo y pregón

abrigando sueños siempre diversos

y el brillo de un verso desde un balcón.

 

El soneto es arte, como la vida,

hallar entre las palabras, la veta

cura de las almas, alguna herida,

 

 un giro del idioma te haga poeta.

Buscar que la expresión no esté vencida…

Mi existencia, un verso, sobre un cometa.

 

21 de marzo de 2024

Ceferino Daniel Lazcano

viernes, 8 de marzo de 2024

El mercado

 

El mercado

Primero fue el alcázar de Toledo

torre azul almenada

fuegos artificiales

inaugurando la piel del año dos mil

implosión de comercios de barrio

una T orgullosa encandilando el páramo

circundante

calvario de Mara Navarro.

El muro interminable

racional y ciego

de la calle Lamadrid

en su interior

los pescados nadando

post mortem

en un mar de hielo picado.

Luego fue la feria

de los hermanos Walton,

estrella irradiada,

una llama por cada

garra filial.

Ahora es un Chongo positivo

es el mercado, la feria

(antes, la Feria de Falabella: otra feria con vacas

y otras yerbas).

 cerca, el azar del Bingo

la paz verde del Parque Norte

el motel de la 226

¿Cuánto desea el que desea?

¿Cuántos changuitos?

¿Cuánto deja de acaparar el acaparador?

mientras

¿el fondo de la olla

cuándo deja de ser raspada?

-Lo llevo por las dudas.

-3 al precio de 1.

-El 80 por ciento en la segunda unidad.

-¿Teníamos tal cosa?

-¿Cuánto valía tal otra?

-¿Y cuánto vale tener?

-¿Y el hambre cuánto vale?

-¿No tiene algo que me dea?

Mercaderías      mercaderes

interminables muros lisos

encierran objetos

con fecha de vencimiento

interior con hileras de góndolas soldados

van a la guerra los consumidores

y se producen bajas

en las tarjetas de crédito

mercancías a granel fuego a discreción

liquidez

“El cliente no ha de robar la mercadería”

amenaza un cartel

pero

en otro mercadito

el preciado objeto vale la mitad

la teoría subjetiva del valor

el ojo chicato

y te acuestan con el costo.

En jornadas de lluvia

aparece   surge

la falsa bendición indexada

de cientos de goteras

los baldes  de plástico

contienen el escándalo.

El amargo obrero y el champagne cristal

dialogan amigables

en la penumbra de la medianoche

 una rata libre corretea por los pasillos.

Es tan amplia tu superficie,

Chongo (+)

tan atiborrada de insumos infiernos

ordenados prolijos relucientes

que tu cuerpo no tiene alma

ni fantasmas alberga

sólo en ti reina y señorea

el gordo espíritu del capitalismo

un tobogán de monedas

que no son de oro

fluye desde lo alto de los bolsillos

hacia las bocas sedientas

de las cajas.

Pero rico es

quien poco desea

he llevado hoy pan lactal

mayonesa y salchichas

cruzamos enfrente

a la sombra quieta del Parque Norte

hemos tomado mate

consumido esas vituallas.

En el camino,

sobre la infinita playa de

estacionamiento del Chongo

donde podría dormir la siesta

un PBI entero

hallé este mínimo

lápiz negro…

con él

te conté esta historia simple,

como una tarde de domingo

en Olavarría.



Ceferino Daniel Lazcano

3 al 6 de marzo/ 2024