domingo, 27 de enero de 2013

La Construcción, Poema



LA CONSTRUCCIÓN
Hace tiempo que me he ido.
Hace tiempo, tú lo sabes.
Y si preguntas porqué
alguien ha de contestarte
que estoy ahora ocupado
apilando uno por uno
todos los viejos ladrillos
de mis gastados deseos.
Con ellos haré algún día
una casa, tibia calma,
en la cima de algún cerro
un altar para entregarme.
Serán paredes tan blancas
y ventanales inmensos
(de nieve, humo y silencio,
para ver sólo verdades),
la construcción predilecta,
mi más perfecta jugada.
Y  allí viviré, a su tiempo,
al fin alma liberada
conversando con el viento
del arte de deslizarse,
subir, bajar, elevarse,
caer, seguir adelante
sin siquiera rasguñarse;
para abrazar territorios,
colmar vacíos, rodear
los entornos materiales
por caminos insondables,
como la lluvia, mi hermana,
-desnuda gracia en el aire-
en su más preciosa forma
volaré sin tener alas
y llegaré hasta tu aliento,
mojaré tus labios suaves,
latiré como el verano
en tu sangre que es mi sangre,
refrescaré aún tu mirada
tu feliz cuerpo adorable,
y pasaré como brisa
como nube o como ave
sin dejar huella ni rastro,
pues me perderé al besarte.


Ceferino Daniel Lazcano

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