martes, 29 de enero de 2013

Una nota antigua para un tema nuevo: nuestro Balneario Municipal



AGUA PRIVADA
Falta mucho aún para el Verano. Tal vez resulte entonces antojadizo hablar del Balneario Municipal. Pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el actual fue destruido como parte de las obras del denominado “Parque del Bicentenario”.
Mucho tiempo y mucha inversión habrá llevado en su momento su construcción, para ser inaugurado en el año 1954 por el Intendente Fernández. Eran épocas en las cuales Olavarría  comenzaba a moverse más aceleradamente hacia el Progreso; y en las que el sentido de comunidad permanecía vigente, con todos sus códigos intactos. Esa comunidad encontraba en verano el esparcimiento gratuito en un lugar privilegiado, casi en pleno centro de la ciudad.
Es muy cierto que hoy esas aguas están contaminadas: los vertidos de la vía pública desagotan allí y es muy probable que los niveles de esa contaminación sean elevados... Pero, ¿con qué elementos o sustancias están contaminadas las aguas? ¿Tenemos derecho los olavarrienses a saberlo?
Si descartamos esta opción, que brinda sólo ahora un espejo de agua donde contemplarse y soñar; las alternativas serían, aguas arriba, más allá de la Avenida Avellaneda, en dirección a La Isla. Aguas abajo, la contaminación de la ciudad se hace sentir, para alcanzar su intensidad máxima a la altura del Molino Viejo: allí son muy perceptibles las miasmas formadas por las cloacas, aún después de tratadas. Quien lo dude, puede hacerse una escapada hasta la margen derecha del arroyo, frente al Molino Viejo, descender hasta cerca de la corriente, y aspirar hondo.
En los habituales anuncios que se  hacen sobre obras públicas a realizar, no se contempla la ejecución de emprendimiento semejante. Obra imprescindible, si pretendemos recrear el concepto y el espíritu de comunidad:
Una ciudad más unida y que comparte momentos, día a día, a lo largo de una temporada afirmando lazos sociales que hoy por hoy están rotos: rejas, miedos, prejuicios obran de barrera para el encuentro y la socialización. Olavarria es una ciudad fuertemente dividida y con tensiones sociales en constante aumento.
Si a aglomeraciones humanas nos remitimos, debemos diferenciar entre el evento masivo como un recital, un desfile o un carnaval  -algo momentáneo y sin participación activa de la mayoría de la población-, del hecho saludable y natural de practicar natación de forma gratuita y segura, como deporte y esparcimiento. Olavarria se debe un buen Balneario Municipal; y aunque sean odiosas las comparaciones, tenemos muy cerca el buen ejemplo de Azul, que posee un balneario de lujo, al que accede buena parte de la población, proveniente de todas las clases sociales.
Somos agua. Y en esta Olavarria 2010, con fuertes conflictos sociales, el Verano enerva los ánimos y no ofrece el escape a un lugar seguro donde bañarse y al menos sosegar momentáneamente las broncas individuales y colectivas: los clubes cobran una cuota inalcanzable para un desocupado, un subempleado o un asalariado con familia numerosa. Agua privada, privados de agua; o con el riesgo de una incursión furtiva en algún recodo del arroyo o en una cantera abandonada, en sitios sin ningún tipo de cuidados ni prevenciones. A la buena de Dios.
Como ciudadano, como Comunicador Social, solicito que se tenga en cuenta este aporte constructivo: Un lugar donde vuelvan a  convivir en armonía, por un tiempo, quienes gusten del deporte y del aire libre. Los gobernantes seguramente no se han mojado jamás los pies en el fango del Tapalqué: sus sueldos les permiten una piscina, un club privado, una casaquinta, playas de todos los colores. Pero somos muchos, entre los que con orgullo me cuento, quienes vemos pasar los veranos al pie de las barrancas del arroyo, sin la oportunidad de refrescarse en aguas calmas y seguras.
Faltan meses aún para el calor, tal vez sea ahora el tiempo de comenzar a planificar el sitio seguro para sumergirnos en lo que mayoritariamente somos: Agua. Agua pura.

                                               Ceferino Daniel Lazcano
                                                Lic. En Comunicación Social

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