domingo, 4 de noviembre de 2012

Pronóstico del tiempo

 Lentamente ha comenzado a llover
 sobre la Pampa húmeda
 (parece que siempre estuviera lloviendo,
 de todas maneras.
 sobre este desierto verde de irrealidad)
 llueve,
aclarando los ojos calmos
 de las Aberdeen Angus
 modificando la transparencia
 de los cristales
 llueven los grises dedos del cielo
sobre los eucaliptos en paz
sobre la agreste rebeldía de las rutas
llueve sobre los tinglados y las vías muertas
renacidas con el color del otoño
llueve sobre los bañados con olor a menta
 entre los patos y los caracoles
el agua fabrica lagunas sin parar
 llueve en las fábricas semivacías
lavando viejas reverberaciones
una voz de otro tiempo
se ha escuchado entre las máquinas:
hablaba de dignidad
o de alguna otra cosa extraña
llueve sobre la piel de ébano
 de la noche
con ráfagas del sur
el agua quiere meterse hasta los huesos
 llueven viejas cartas de amor
sobre las frentes de las adolescentes
que miran al cielo
 como un suspiro
 llueven cenizas con destellos dorados
sobre las fotografías
siempre viejas
recuerdos de nunca acabar
 llueve sobre un cartel de publicidad
encendido,
guiñando ante el deseo o la indiferencia
 llueve sobre la certeza
 y sobre la duda
llueven signos de interrogación
llueve también sobre mi techo
 y aún pienso en el sol,
en el vino y en el amor
las gotas en vano
 tratan de alcanzar las ruedas
de los automóviles que escapan
a toda prisa
 entre los charcos cambiantes
 del pavimento llorón
llueve como una bendición maldita
como un sarcasmo del cielo
 quietos permanecen y en silencio
 los cipreses del camposanto
mientras con dolor una brisa
 les hace susurrar: ¡ya verán…ya verán…!
Llueven guitarras y guijarros
 búfalos nostálgicos
leche descremada
capas de ozono
amantes desdichados
histerias colectivas
abismos generosos
 campos magnéticos
discursos presidenciales
 controles remotos
salchichas de Viena
 gurúes mentirosos
 zapallos de Angola
 gatos en celo
 cormoranes exiliados
circos de Moscú
moscas extraviadas
 francmasones desnudos
gorilas dormidos
mariposas clonadas
ladridos latigazos
 mares de agua dulce
 profilácticos, pesadillas, prostitutas
 y galletitas sin sal
llueven libros en japonés
 biromes de color rojo
 vírgenes en camisón
 cae una lluvia ácida sobre la AFIP
 y una centella pasó rodando
 frente al congreso
 como si nada
en el cielo una y otra vez
un relámpago parece dibujar cruces esvásticas
 y algunos funcionarios
de alto rango
de súbito,
 se sienten de muy buen humor
llueven simpáticas gotitas almibaradas
sobre las mansiones y los countrys
 acolchando el sueño seguro de los amos
 salpican feroces goterones congelados
en los arrabales
 donde el barrio se hace barro
 y el hombre sólo es hambre
 llueven candiles apagados
 sobre las madres buenas
llueven sueños luminosos
sobre las oscuras habitaciones
de la nueva pobreza urbana
llueve sin parar sobre las olas del mar
acero líquido
densa tristeza
alarde de la naturaleza
llueven contundentes gotas de mármol
sobre las estatuas
 consolidando las ideas de nuestro pasado
 condicionando la claridad del mañana
 llueve sobre el campo
que de pronto se ha quedado solo
 como un ciego pobre
en su último cumpleaños
 llueve sobre esas pequeñas sierras nuestras
 que parecen ahora madera barnizada
 llueven adioses en el andén
bocinazos alejándose
turbias esperanzas descascaradas
 miradas tristes
 que espantan ideas imposibles
 bienes que ya no tendrán
 llueve como en el bíblico diluvio llovía
como en el arca de Noé lo hacía
y ahora las palomas ya no están
 llueven langostas de níquel
 sobre los indicadores económicos
 llueven moscas de cemento
sobre los desocupados
 que ya no desean ni escuchar llover
 cortes de luz, llueven
manzanas podridas
tercer mundo a granel
 llueven pinzas de oro
sobre el Padre Nuestro
que se come un Ave María
 alegres polillas celestiales
entonan aleluyas
 y agujerean bolsillos extraños y sabrosos
 llueven ratas enfermas
sobre los archivos del Banco Mundial
alterando levemente el estilo y la forma
de los próximos planes económicos
llueve de manera continua y pormenorizada
 mañana lloverá
el jueves lloverá
el lunes a llover volverá
llueve tiempos,
relojes arrugas,
 jirones de eternidad
lloverán derrotas y víboras de yarará
 e-mails y declaraciones juradas
 lloverán tarariras, pluviómetros, líneas de pobreza.
Decretos como piedras
lloverán operaciones de vesícula
redundancias, repeticiones
cataratas facultades catedrales
lloverá al derecho y al revés
atrás, adelante, arriba, abajo
 siempre
 lloverá siempre
siempre lloverá
lloverán tangos como lágrimas
planes de ajuste
 uno tras otro como granizo
impuestos
lloverán cruces afiladas
 soles de sangre también
gritos nunca acallados
 soluciones problemáticas
 lloverá justicia
 sobre los campos de concentración
 (¡siempre tarde!)
lloverá miseria y más miseria
 un regalo del señor
 tal vez hasta el mismo diablo
 se venga abajo
 una noche de éstas
 diluido en algún aguacero sulfurado
 juro que no se va a notar.
Alegremente lloverá
 un cálido viento de redención
 el pellejo aliviará
y volverá a empujar la resignación
 sobre nuestras espaldas gastadas
llovió, llueve, lloverá
sobre el pronóstico del tiempo
 y sobre las oficinas metrológicas
la voz del conductor será un grifo desaforado
“lloverá” ha de decir una presentadora televisiva
 toda empapada
lloverá por Internet, for ever,
 se inundará the weather channel
 lloverá democráticamente
lloverá en frecuencia modulada
falsamente lloverá
pronto vendrán
 chaparrones,
nieve granulada
espejismos
 chubascos,
 nieblas
 fuegos de San Telmo
 muros de polvo
 neblinas, garúas, brumas, tolvaneras
 compactas cencelladas
 crisis,
trompetas
escarchas, ventiscas rocío, baja térmica y gota fría,
crisis lloverá
rocío, humedad
agujas de hielo, altas polvaredas
lágrimas de cocodrilos y de nutrias
olvidos lloverán
tormentos de verano
 salsas de tomate
tempestades de bilis
ignorancia lloviznarán
tenues ataques de pánico
 pisadas de arena
espuma de champagne
coraje
playas desdibujadas
mapas del África
plástica alegría
 violencia tropical
vendrán trombas de a cientas
como hierro masticado
 un azote constante y eficaz
 como un clásico del fútbol
 o una familia nuclear
 satélites de trapo
 sobre un mundo de cartón
 mares de halopidol diluviarán
 para inventar calma y bienestar
un fabuloso temporal
 empañará el calendario
 de febrero a diciembre
y un poco más
juro que lloverá
piqueteros resistencia represión
juro que lloverán
 palabras en inglés
milagros en alemán
besos
sí, besos
millones de labios mojados
 alegre coro
repiqueteo festival
 si al final igual se vive
 con las nubes como espadas
 colgando en nuestras cabezas
con la danza de la lluvia
 con el sol sin calentar
sin liquidez sin sequía
 como el último carnaval.

MARZO DE 2001 Del libro de mi autoría: Varias Veces No.

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